...A nosotros nos dio clases hace bastante tiempo (el electromagnetismo de cuarto de carrera en el curso 1999/2000 y después un curso de doctorado en 2001/2002).
Antonio era una persona muy querida y respetada por los alumnos. No obstante, las anécdotas más graciosas que nosotros tenemos están relacionadas con su carácter un poco despistado...
Por ejemplo, cuando empezamos los cursos de doctorado fuimos unos alumnos a su despacho a preguntarle sobre el programa de la asignatura que él daba (creo que se llamaba "electrohidrodinámica y magnetohidrodinámica"). Él nos contestó: "Por supuesto, vamos a ver qué dimos el año pasado". Empezó a buscar la carpeta donde tenía todo el material, pero no la encontraba por ningún lado. Estuvo buscándola levantando libros, revolviendo todo el despacho hasta que, al cabo de unos 20 minutos, encontró la famosa carpeta en un cajón debajo de otras cosas. "Vamos a ver por fin qué vimos el año pasado" dijo, pero cuando la abrió resulta que estaba vacía... "Bueno, espero que este año demos más cosas que el pasado" concluyó sacando una buena carcajada a todos los que estábamos allí...
En el curso de cuarto, en una ocasión, estuvo una hora demostrando un teorema (creo que se llamaba teorema de reciprocidad). Antes de que acabara, le estuvimos preguntando alguna duda y nos dijo que al día siguiente lo aclararía. Al día siguiente comenzó diciendo que nos olvidáramos de la clase anterior, que comenzábamos desde el principio. Pero, como a mitad de la clase, comenzamos de nuevo a discutir sobre algunos aspectos que, en principio, no estaban claros. De nuevo nos dijo que no nos preocupáramos, que al día siguiente lo resolvería. Al día siguiente pasó algo parecido y concluyó "Bueno, creo que he estado engañando a mis alumnos los últimos 10 años. Voy a tener que tomarme más en serio la demostración que tengo de 10 páginas del teorema y olvidarme de demostraciones simplificadas que parece que no funcionan". Por supuesto, la clase estalló en carcajadas...